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Mostrando entradas de diciembre, 2019

EL CUCHILLO DE MANGO AZUL María Victoria Cristancho

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Había ejecutado el mismo procedimiento desde hacía más de diez años. Se aseguraba de que él no estuviese cerca y el resto era casi automático. Sacar el pequeño frasco del fondo de la alacena, abrir el envase, tomar una de las diminutas pepitas, ponerla en la tabla de cortar las verduras. Luego sacaba el mismo cuchillo de mango azul marino del cajón de los cubiertos . Clack, clack, clack, y la pastilla cedía a la presión del metálico instrumento hasta hacerse polvo. Pero un día Pablo había entrado a la cocina sin que Manuela se diera cuenta de su presencia. Ella tenía el cuchillo en la mano y la pastilla lista en la tabla. El instante se repetía en la mente de Manuela como una escena fílmica. Ahora era lunes, afuera estaba lloviendo con esa forma pertinaz del verano tardío. Había pasado un tenso y lento fin de semana. Había intentado refugiarse en el televisor, con el control iba pasando canales de manera automática. Veía el teléfono cada minuto. Pero nada, no había nada. Ella

BICHITOS DE LUZ Laura Kauer

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No era el jardín de un vecino. Tampoco era el terreno empinado de la casa de vacaciones en Carlos Paz. La memoria se oscurecía o iluminaba de a ratos, pero ella podía aún sentir el pasto húmedo recién cortado debajo de la mesa y el sudor frío de los vasos mientras los adultos dejaban pasar las horas hablando. Era un domingo de verano cualquiera. Lo sabía por el olor a asado y el ruido de las palomas revoloteando por los tanques de agua. Lo sabía porque lo único que le había permanecido realmente nítido era su hermana resoplando igual de aburrida que ella. Del otro lado de la mesa, entre botellas de vino, Terma y los tenedores cansados, se asomaban apenas el flequillo y los ojos de su hermana. Los domingos aún no tenían el sabor amargo del día antes de un lunes de trabajo. En vez de eso, avanzaban lentamente mientras su hermana y ella buscaban todas las formas de escaparse de sus sillas de plástico blanco. Lo único que les preocupaba era si las dejarían ver televisión y si alguien