MERECUMBÉ Patricia Cardona

Esos hombres sobrados de pases, como aquel del recuerdo de mi adolescencia que parecí a ser un due ñ o-de-tu-vida . Esa raza indómita de hombres Marlboro en amaneceres nublados con vacas bramando y enormes praderas que adivinamos verdes. Hombres que sabían que lo eran porque así los vistieron desde niños, esos que van aprendiendo con los años y a golpes, esos que la televisión nos mostraba como ejemplo, y los que todas las chicas queríamos conocer. Éramos una mayorí a buscando identidad, libertad . Tiempos adolescentes de fiesta en las tardes con refresco y jugos incluidos. Tardes llenas de música, perfumes, empanadas bailables y cintas de colores con vestidos coquetos pero no demasiado. En aquellas tardes de empanada bailable nosotras, las chicas, nos sentábamos a un lado del salón agrupadas para disimular la timidez y el miedo. Todas parecíamos una, no tanto por la cara de inseguridad como por la ropa que vestíamos, los mismos modelos del...