EL COMEDIMIENTO EN EL ARTE DE LA FOTOGRAFÍA José L. Gutiérrez Trueba

Siempre pensé que había vivido en cuatro casas diferentes en mi vida: con 21 me fui de la casa de mi madre, luego viví en aquel zulo con Juancar y el Gandarillas. De allí nos movimos a otro sitio más grande, no estaba muy lejos. Después ya la cosa fue a más con Maca, y nos buscamos otro lugar para vivir los dos solos. Era un apartamento de una antigua fábrica de cerámica. Un piso alto agujereado de ventanales: las chicas del sur se ponen mustias si no les da la luz del sol cuando se duchan. Nos duró bastante, casi 9 años sin romper ni un jarrón, hasta que Maca se largó. Me tenía que haber ido yo y todo hubiera sido más fácil, pero se fue ella, ¿en aquel momento quién iba a saber cómo funcionan estas cosas?; días después vino Lena, o quizás fue al revés, y fui yo el que se fue a su casa. Me lio mucho entre la primera y la segunda vez con Lena, pasó mucho tiempo. El infierno que viví con lo de las fotos hace que todo siga confuso, solo recuerdo lo mucho que nevaba. Cuando era un ni...