LA REGLA DE ORO Jorge Chartier
Nadie tenía permiso para salir de la ciudad amurallada. Aquella Regla de Oro había sido impuesta desde el inicio de los tiempos, y dentro del reino nada hacía falta y todo era posible , siempre y cuando nadie saliera . La historia completa se remonta al año cero, cuando las mentes más brillantes del planeta se dieron cuenta de que el ser humano generaba grandes cantidades de energía en forma de memorias, y que de no ser conservadas, esas memorias eran descartadas casi inmediatamente después de que se pensaban. Con gran ingenio, estas mentes brillantes diseñaron a partir de ese descubrimiento, un mecanismo de producción energética capaz de reemplazar a las ya escasas fuentes tradicionales. El mecanismo consistía de dos elementos: una muralla y una gran hoguera. La hoguera, de proporciones gigantescas, incineraba las memorias descartadas y desde el corazón del reino abastecía de energía a todo reducto ubicado dentro de la muralla. La muralla, de forma esférica producto de que tam