1888 Carmen Almenara

Eran las 6 de la tarde en el 1888 [1] y Matt llevaba trabajando desde las diez de la mañana sirviendo cervezas a lo más variopinto de Londres. Pensar que había venido a Londres a estudiar cine, y llevaba vaya saber cuánto tiempo trabajando de camarero. La carrera le había costado unas veinte mil libras que no sabía cómo iba a pagar. Le había ido bien, había hecho un par de contactos, unas prácticas en una productora… todo muy prometedor, pero a la hora de la verdad, aquí estaba, de camarero. Lo único que había sacado de provecho era su capacidad para entender que la realidad y la fantasía no siempre están tan distantes como parece. No veía la hora de tocar la campana de la última ronda. Miró el gran reloj de la pared y vio que eran las cinco. ¿Las cinco? ¡Qué fastidio! No podía ser que el tiempo hubiera pasado tan lentamente. El reloj debía haberse roto, pensó. Al ser sábado de Halloween ya habían pasado por allí vampiros, momias, un par de Freedies, cinco piratas y tres c...